La única norma del bosque de Gagabe es que todo debe permanecer siempre igual. Los días deben sucederse idénticos ante el temor de que un mínimo cambio conlleve una desgracia. Para velar por el cumplimiento de esta norma, se ha creado una unidad de reconocimiento. El Equipo Seis tiene la misión de garantizar, en caso de producirse la menor alteración, que esta se corrija de inmediato.
La imprevista aparición de una extraña piedra humeante, que resultará ser una estrella del firmamento, origina un nuevo ciclo de vida en el bosque. En su empeño por devolverla a su lugar de origen, el Equipo Seis se verá arrastrado a comprender que la estrella ha llegado a ellos por alguna razón. Quizá había demasiados deseos ocultos entre los habitantes de Gagabe. Quizá el miedo al cambio no les permitía pedirle a una estrella que hiciera sus sueños realidad.