Jean-Luc Fromental y Joëlle Jolivet
¿Quién hubiera creído que los esqueletos andarían aterrados, no? Pues es la pura verdad. En Huesópolis viven 1.275 almas, 270.300 huesos. Y no es sencillo ir por ahí, a puro esqueleto, sintiendo la temible amenaza de una bestia que se roba los huesos. ¡San Huesos nos ampare! ¡Huexilio!
Ante tamaña desesperación Sherlock Huesos, pipa en mano, acude para resolver el misterio. Todas las pistas aseguran que se trata de una bestia de dientes largos, peluda, glotona y rastrera… en fin, es algo incierto. ¿Un demonio voraz que no respeta ni al carnicero, ni al osteópata, ni a los pacientes, ni a la lavandera, se mete en el consultorio, en los comercios, en el balneario, en el circo?
Todo Huesópolis está impaciente por entender por qué Sherlock Huesos sigue con su libreta, anotando los destrozos, sacando cuentas en lugar de atrapar a esta bestia feroz. Pero el detective está tan comprometido con el caso, que pondrá en riesgo sus propios huesos para atrapar al delincuente