Autor: Piotr Wilko / Ilustrador: Józef Wilkon
Todos los gatos de las familias de Don Casimiro y Doña Carolina han sido y serán negros como el carbón. Doña Carolina va a tener gatitos y cuando nacen… ¡oh, sorpresa!: la gatita Rosalinda ha nacido pelirroja y además es muy independiente. ¡Cuántos quebraderos de cabeza va a dar a sus papás! En las familias no todos los miembros han de ser iguales. Cada uno nace con un carácter, que lo hace distinto, y esa diferencia, bien canalizada, lejos de apuntar en contra, puede ser lo que haga libre al individuo, lo engrandezca y le sirva destacar por encima de la mediocridad. La «oveja negra» en este caso es una gatita roja y simbolizará la metáfora en defensa de la diferencia que anima el libro