María Teresa Andruetto
La pregunta ya no es si se lee más o menos que antes, nos dice María Teresa Andruetto, sino qué podemos hacer para mejorar la calidad de los lectores. Cometido que no sólo atraviesa a la familia y a la escuela como espacios para instalar la lectura y crear conciencia acerca de nosotros mismos, sino también a escritores y a editores que, desde su propia labor, construyen un tipo u otro de lectores al oponer o no resistencia ante la demanda de uniformidad en los modos de decir. En este sentido, sostiene Andruetto, la literatura es un espacio de desacato capaz de hacer que los lectores, en el transcurso de la lectura, sorteen riesgos, luchas, y se planteen todo tipo de preguntas.
En el acto de leer, propone la autora, un libro se convierte en un ser vivo, capaz de interrogarnos, perturbarnos y enseñarnos a mirar zonas aún no comprendidas de nosotros mismos. Y estos libros requieren también lectores capaces de dialogar con ellos, de comprender que la única libertad de pensamiento es la libertad que se construye. Ésta es la revolución que debemos emprender en el terreno de la lectura. Con una mirada crítica, Andruetto traza en este conjunto de textos —la mayoría de ellos pronunciados en congresos, coloquios y otros encuentros sobre la literatura infantil y juvenil y la promoción de la lectura— diversos caminos a través de los cuales transitar para entender qué significa leer hoy en día.