Autor: Yolanda Reyes
Este libro es un testimonio de la pasión por las palabras y es, también, una prueba de lo que en él se afirma de varios modos: la carnalidad de las palabras, su poder sobre nosotros hasta el punto de que no hay otra manera de tratar de definirse uno mismo si no es con las palabras.
Yolanda Reyes también se ocupa de resaltar la importancia que tiene la lectura en voz alta que hacen los padres a los hijos. Más allá de la fascinación con las palabras, más allá de conectar a un pichón humano con la imaginación hay otra cosa más profunda, más íntima y, por eso, más necesaria: “Lo que definitivamente sella la relación de un pequeño con la lectura es aquello que circula por debajo y que no está escrito en los renglones de un libro: la pareja adulto-niño, amarrada con palabras. La revelación de que ese libro cualquiera –sin páginas o con páginas– es una suerte de encantamiento que logra lo más importante en la infancia: la certeza de que, mientras dure la historia, papá o mamá no se irán”