Pablo Neruda escribió a lo largo de su vida un número infinito de poemas dedicados a cada persona, animal, mineral y cosa que puebla el universo. Y después de su muerte siguieron apareciendo poemas que se convirtieron en más libros, por si aún faltaba alguien a quien cantar. De todos esos libros últimos, este Libro de las preguntas es uno de los más singulares.
Según algunos comentaristas, el libro es una especie de testamento poético donde la mirada sorprendida del niño convive con la del hombre sabio. Según otros, supone un reencuentro del poeta con algunos entusiasmos tempranos: las lunerías de Lorca, las greguerías de Ramón y las chifladuras vanguardistas.