Ciro Korol / María Victoria Rodríguez
El viento, los pájaros, los peces, el Paraná y sobre todo los árboles, son los protagonistas de esta ficción que Ciro Korol desarrolla alrededor del monte nativo santafesino. Pero no se trata de una iconografía ornamental o simplemente un compendio de nombres. Chañar. Algarrobo. Espinillo. Higuerón. Sino al contrario: en la construcción de estos personajes se puede rastrear la naturaleza de las especies y de las problemáticas que atraviesan, incluyendo incendios, deforestación e indiferencia. “Acá en el humedal nos queman para dar de comer a las vacas”, denuncia la sauce en una fantástica asamblea de árboles que se comunican bajo tierra, a través de sus raíces. Ombú. Aguaribay. Timbó. Ñangapirí. Y es la quebracha con su sabia voz quien lanza al viento un mensaje de esperanza: Aunque esta noche sea oscura/ sale la luna en la orilla/ y en esta tierra dura/ es donde planto mi semilla.