Cada cuento, de modo poético y sutil, focaliza en un color. Los nombres de los personajes, los elementos, los contextos y los sentimientos que se desprenden de la lectura se relacionan con ese tono. Así, la autora va creando un universo de juego y potencia la imaginación y la fantasía. En el cuento ROJO, un diablo se enamora de la más hermosa de las vendedoras de manzanas del Mercado de las Rosas. Pero para que su amor se concrete tendrá que recibir por respuesta solo tres "Sí" de la encantadora muchacha. "Solo tres Sí", ni una palabra más, ni una menos. En BLANCO, a la hora de los cuentos, un abuelo esquimal relata historias a sus nietos. Y la noche se llena de luna, luna del oso, luna entera, luna de lobo y luna muerta. Porque así es como se suceden las lunas en el cielo. Y luego se suceden tres relatos más, cada uno teñido de un color y de emociones intensas.